No puede sino entristecerse la Tristeza cuando sale otro número de “La Quimera“. Nosotros simplemente contentos de ver cómo las palabras, que provienen de distintos lugares del mundo y de distintas profundidades del Ser, se congregaron caprichosamente en estas frágiles hojas, en la virtualidad del internet, en la espontaneidad de una lectura, en la simultaneidad de las conciencias, en lo esfímero de nuestras existencias. Nosotros simplemente contentos. Contentos por poder sentirnos fuertes en esta misión inclaudicable. Por sabernos cada vez más numerosos y dejando de ser nosotros mismos. Ser una voz que se expande por horizontes mayores que nuestra propia conciencia, aún siendo tan pequeños como las hormigas.

Agradezco profundamente el trabajo meticuloso y dedicado de nuestros artistas: Raúl (México), Ulises Varsovia (Chile, viviendo en Suiza), Carlos Pintado (Cuba, viviendo en EEUU), Jenny Valencia Alzate (Colombia), Oriana Cortés (Colombia), Juan Víctor Soto (Argentina, viviendo en Bélgica) y el diseño de Sergio Álvarez (Argentina).

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